jueves, 3 de febrero de 2011

NACE UNA PERLA MAS EN EL PACIFICO COLOMBIANO

ALGO DE SU HISTORIA Y SU CULTURA
De acuerdo con algunos historiadores, el nombre de Tumaco se debe a un grupo de aborígenes quienes habitaron en el sur occidente colombiano, desde el litoral pacífico en el departamento de Nariño hasta el departamento del Cauca, conocidos con el nombre de TUMAS o TUMAC;  descendientes de la cultura TOLITA procedentes del hermano país de Ecuador. Otros dicen que estaban relacionados además con la cultura PAEZ y que se llamarían TUMAPAEZ; lo cierto es que de esta cultura no queda sino pocas muestras de su existencia, pues no dejaron tumbas como en otras culturas. Solo se sabe de ellos por las pocas piezas de cerámicas con las cuales suponemos que representaban su COSMOLOGÍA, y una que otra muestra de su orfebrería catalogada por los expertos como la mejor de la región, puesto que se destacaron por manejar la filigrana, técnica basada en múltiples laminillas del precioso metal con el que nuestros ancestros los mal llamados  “indios” americanos  rendían culto a sus Dioses.  
El archipiélago de Tumaco, está formado por tres islas llamadas así: Isla de El Morro, Isla de La Viciosa e Isla de Tumaco, posteriormente unidas; la Isla de La Viciosa y la Isla de Tumaco mediante relleno, y la Isla de La viciosa con la Isla de El Morro mediante el Puente del Morro; sitio que se ha vuelto muy popular para propios y turistas.
Con la llegada de los conquistadores, llego  también un grupo poli-étnico de piel oscura en calidad de esclavos,  a los que mal llamaron NEGROS. Ellos secuestrados y acarreados desde su tierra natal llegaron a nuestro continente americano junto con sus ritmos de tambores al lado de sus Dioses: YEMAYÁ, OGÚN, CHANGÓ, ELEGUÁ, OBATALÁ, entre otros. Fusionados obligatoriamente por el sincretismo y el afán de la supervivencia la cual era obligada por la también mal llamada SANTA INQUISICIÓN la cual llego de la mano de la iglesia católica acompañada por un dios blanco y más malvado que el mismísimo Diablo; por ello, si le pedimos cuentas no fue tan santa por la cantidad de crímenes que se cometieron en nombre de Dios; todo lo diferente a lo del hombre blanco era obra del diablo; si nuestros descendientes afro bailaban se les quemaba porque estaban endemoniados o rindiéndole culto a Satanás; todo ello obligó a los negros a huir del régimen blanco, y desperdigados por las montañas, las orillas de los ríos y manglares crean pequeños asentamientos en algunos puntos del litoral, con los pocos grupos familiares y compañeros de fuga; hoy conocidos como pueblos de negritudes y entre ellos esta maravillosa tierra, pedazo de paraíso  llamada TUMACO "LA PERLA DEL PACÍFICO".

Recordando su origen africano, estos fugitivos construyen sus instrumentos musicales con lo poco o mucho que les brinda la madre naturaleza; siguiendo sus costumbres se reunían alrededor del fuego símbolo del hogar a entonar sus cantos de alabanzas y clamor a sus DIOSES también secuestrados y extraditados por el hombre  blanco.